Callejón del Oro | El pequeño refugio de Kafka
Brillante y como salido de un cuento, así es el Callejón del Oro, uno de los puntos más célebres y fotografiados de Praga. En este rincón del Castillo de Praga se puede apreciar una fila de 16 casitas de poca altura y colores llamativos que nos trasladarán a la Praga del siglo XVI.
Un consejo: el Callejón del Oro es de pago hasta las 5pm, si vas después de esa hora podrás acceder de manera gratuita, aunque es posible que algunas tiendas estén cerradas
Historia del callejón
Los edificios que conforman esta calle del oro se construyeron en el año 1597. Su primer objetivo fue albergar a los soldados de la guardia real de Rodolfo II. Previo a las casas, este espacio del castillo pertenecía a las monjas benedictinas del convento de San Jorge.
El porqué se llama Callejón del Oro viene posteriormente. Tiempo más tarde de que se trasladase la capital del imperio a Viena, esas casitas fueron habitadas por orfebres, gente que trabajaba la plata y el oro. No había mejor para lugar para ubicarse, ya que la realeza y las familias más nobles se alojaban en el barrio de Malá Strana, a escasos metros del Callejón del Oro.
Una leyenda bastante extendida, cuenta que el nombre viene por los alquimistas que habitaban en el callejón. En realidad esta teoría es errónea por lo que hemos comentado antes. Aunque si es cierto que algún alquimista se trasladó aquí durante el reinado de Rodolfo II, con la intención de transmutar el plomo en oro. Pero el nombre no vino por ellos.
Después de los años 50, las casas perdieron la posibilidad de ser habitadas, por lo que muchas sirvieron de almacenes, pequeños comercios o permanecieron cerradas. Con la llegada del turismo y la apertura de Chequia, fueron progresivamente transformándose en museos o tiendas de souvenirs.
Un dato curioso, es que en esta calle vivió una famosa vidente francesa llamada Madame de Thebes, que murió interrogada a manos de la Gestapo tras predecir la caída del Tercer Reich.
Franz Kafka en la casa azul nº22
Esta calle se hizo famosa en el mundo de las letras, porque fue el lugar de residencia de algunos escritores bohemios. Los más famosos de sus habitantes fueron el poeta galardonado con el Premio Nobel Jaroslav Seifert y el laureado Franz Kafka.
Estando en el año de 1916, el escritor Franz Kafka se mudó al Callejón del Oro, específicamente a, la casa de color azul número 22. Allí solo vivió durante un año pero en ese tiempo escribió el relato Un médico rural, El castillo y allí empezó La metamorfosis.
Hoy en día, en la casa número 22 se puede encontrar una librería en homenaje a este ilustre personaje.
¿Qué ver en esta pintoresca calle?
En años recientes esta calle fue restaurada en su totalidad, así como el interior de las casas, aunque manteniendo su esencia original. Actualmente, en ellas podemos encontrar representaciones de la historia del Castillo de Praga y del callejón. Cada una de estas casas cuenta algo, es por eso que vale la pena ingresar a todas ellas cuando visites el lugar
Es una calle corta, donde podrás encontrar varias tiendas de recuerdos, artesanías, dos museos: de cine y armaduras medievales, marionetas y objetos de cristal de Bohemia. Son casitas bastante pintorescas y que merece la pena visitar, especialmente la tienda de juguetes y marionetas.
En las otras casas se han estructurado pequeñas exposiciones que reseñan la historia de cómo era la vida en ese lugar cuando fue construido y su evolución a lo largo de los siglos. Encontrarás una cantina, varios talleres de artesanía, la farmacia, la casa de un coleccionista de cine, un artillero y más muestras de lo que acontecía en esta calle.
También se puede ver una exposición de ballestas, bombardas y cañones, los cuales fueron usaron con fines defensivos a lo largo de los siglos. Se encuentran a izquierda del callejón, están un poco escondidos.
Además, al final del callejón y bajando las escaleras encontrarás un mirador desde donde tendrás una hermosa vista de Praga y de la Torre Dalivorka, las antiguas mazmorras del castillo.